Tjukurpa

netbook. Libro experimental. Film. Documental. Performance. Música... cr∞er. Este proyecto es autobiográfico y biodegradable. En él, hay incluidas historias escritas, cuentos, poemas, vómitos y ficción, para qué en su desarrollo, la bio solo sirva para su propósito. Algo que explicar.

domingo, 7 de noviembre de 2010

2>coitus interruptus ad infinítum


Acknowledgement - El saxo de Coltrane rompiendo la monotonía con un plus orgánico, lamiendo melodías que no desaparecerán. El olor a humedad cuando olvidas la ropa un día entero dentro de la lavadora. Leer el periódico en una terraza de un bar al sol. Su boca medio abierta cuando dormía sobre mi hombro. Las gotas de lluvia cayendo por la ventana. Sacar la mano por la ventanilla del coche a 80 Km/h.  Las cazadoras retro en una tienda de segunda mano con marcas de haber vivido. El olor al abrir un libro viejo. El tufo al pasar por delante de una perfumeria. Descubrir quien coño pone las flores en la estatua de la virgen de la calle Aviñó, que está a más de tres metros de altura y no hay por donde subir.  La velocidad silenciosa del ascensor de AlexanderPlatz. La luz del sol en la cara cuando te despides de alguien que sabes, con suerte, que será por última vez.
Rutina.

Menos mal que aun me queda algo de eso.
     
 Empecé, como tantos otros, a buscar esas nuevas experiencias de las que muchos hablaban en la ciudad. Lo mio era una cita a ciegas que le lanzaba al destino, esperando llegar indemne para poder disfrutarlo. Mis días en la santísima trena de la locura habían tocado el final. Por el momento. Estaba libre de cualquier puto compromiso con la sociedad (tal como había sentenciado el juez de la Realidad) y estaba embriagado por no dejarme torcer dentro del claustro obligado. Ahora me deparaba percibir hasta donde podrían lograr llegar.
      No puse limites para tratar de entender cada mirada perdida que intuía, desde el primer momento, que podía estar escondiendo algo. Algo que en mi, dentro de mi incansable pertenencia al borde de los que caen por la no-unidad, intentaba discernir con mi intuición, todo cuanto había sucedido a mis espaldas. Era como quemar un cigarrillo encendido al revés. Como puñalaitas traperas que derramaban una sangre cada vez más espesa y escasa de fe hacia mis congéneres. Al igual que mi yo anterior. Somos desechos pluscuanperfectos.
    
          La propia sombra que te adelanta cuando pasas por debajo de una farola y continúas caminando. Un gato mirándome fijamente como si supiera que es lo que pienso. Su risa al borde del lloro. Los pies hundidos en la arena mojada de la playa. El ruido de un vaso al romperse en mil añicos contra el suelo.
     
        Los perfiles se ensombrecen por las extensas sombras de tantos paraguas abiertos al sol. Tan solo sus vetustos y usados botines italianos dialogan a cada paso que me acarrea un nuevo encuentro frustrado con la Nada.
      El imperativo no ha cambiado, pero mi vida aparece ahora con un más que peculiar acento de vida propia. Una en la que pinto de una forma muy especial cada calle sin nombre y cada rostro sin dueño.
      Desde esta ventana. Desde este psiquiátrico. Todo parece más normal. Todo empieza a cobrar otra perspectiva. Es mucho más fácil desde aquí dentro, ver la locura de fuera. 
Esa ......................Realidad.

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